CAPÍTULO
III
LOS LIRIOS DEL PRADO
Por el sonido de su voz, sabia que
se trataba de una mujer, la cual estaba cubierta por una capa y su rostro le
era ajeno a sus ojos plomos, había salido de un problema con esa cosa que
parecía un árbol mutante y parlante el cual le lastimó el brazo e intentó
matarle, para pasar a una mujer de súper poderes —otra cosa no podía
clasificarla– era realista y creía en la ciencia pero lo que vio, era
increíble, además de tener buenas habilidades, su hostilidad en su última frase
lo había dejado lívido resonando en su mente … Y QUIEN TE ASEGURA, QUE YO NO LO HARÉ…. si ella dijo eso… es por
que en cualquier momento puede matarme, pero no entiendo… entonces por que me
salvó de esa cosa, ¿porqué?….
— ¿POR QUE TE QUEDAS CALLADO?...
HUMANO, sin que él se diera cuenta ella estaba a espaldas del chico.
— ¿Eh?... yo…, su cuerpo se había
paralizado en ese instante, no la había visto moverse tan rápido, ni siquiera
se dio cuenta en que momento estaba detrás suyo, oh, no —pensaba— me va matar…
que debo hacer….
— ¡POR QUE NO RESPONDES! —aseveró
con fiereza sujetándolo del cuello
elevándolo del suelo con su brazo y sus filosas garras— ¿ACASO TIENES MIEDO?,
sus ojos violetas se hicieron notables
entre la sombra de su rostro la cual estaba cubierta.
— No… –respondió— estaba blanco
como un papel del susto que ella le provocaba y las gruesas gotas de sangre
empezaron a caer por su herida del hombro.
— AGG, ME ENSUCIASTE CON TU SANGRE,
¡ESA SANGRE HUMANA LA CUAL NO SOPORTO!, soltándole y dando unos pasos hacia
adelante —comentó— HUELO EL AGUA, SI… LA
PUEDO SENTIR —se entusiasmó—VAMOS, TU CERAS PARTE DE MI CENA, lo tomó de un
solo salto y lo tenia sobre su espalda.
— ¡¡¡Auxilio!!!, ¡¡¡me quiere
comer!!!, ¡¡¡auxilio!!!, ¡¡¡suélteme!!, gritaba mientras era llevado a toda velocidad
entre la maleza del bosque.
— ¡¡¡POR FIN LLEGUÉ!!! —exclamó con
fuerza— dejando caer al chico por un lado se sacó la capa y dio un gran salto
de una rama cayendo de picada al agua.
— Es la oportunidad de escapar —pensó—
no me quedaré para ver como se baña y menos para ser su cena. Se deslizó entre
los arbustos con el dolor que aquejaba su cuerpo y caminó lo más rápidamente
posible en dirección contraria.
Que frescura sentía disfrutando del
agua, sus orejas se hacían hacia atrás, no había visto un rio por varias
semanas desde que salió del mundo de los muertos y aquella oscuridad, empezó
quitándose toda su armadura que cubría su cuerpo y nadaba, se sentía libre,
nunca había disfrutado a plenitud de eso, siempre tenía que hacerlo a
escondidas, y no es que sea ciega de haber percatado que ese humano se había escapado,
pero no le importaba, SU SANGRE ES UN BUEN PUNTO PARA UBICARLO FÁCILMENTE
JAJAJAJA —pensó— cuando recordó que era un humano, un gesto huraño y repulsión
apareció en su pálido rostro. EL AGUA PURIFICA MI CUERPO… —cerró sus ojos y
continuó pronunciando esas palabras dos veces más, necesitaba calmar su ira que
tenía a esa especie, se sumergió por varios minutos y luego salió a la
superficie, después de enjuagar sus pertenecías y cubrirse, se sorprendió por
que el collar empezaba a brillar nuevamente, ¡HAY NO PUEDE SER!, ACASO SE
ABRIRÁ DE NUEVO EL PORTAL…. POR QUE, SI…, sus ojos se volvieron blancos por
unos segundos y cayó inconsciente al pie del rio.
— Estoy lo suficientemente lejos…,
se recostó sobre un árbol para descansar, los hematomas en su cuerpo le
causaban dolor pero el de mayor significancia era el de su hombro, ya había
perdido sangre en el camino y se sentía débil, continuó caminando hasta que al
abrir paso de un arbusto a otro encontró algo que llamó su atención, ¡oh!, este
manantial es realmente hermoso, tengo tanta sed… —pensó en hacer unas pruebas
sacando el poco material que quedaba de su mochila y cuando sumergió sus manos
en el agua la pequeña herida en sus dedos desapareció, ¡increíble! —dijo abriendo
sus ojos del asombro, este manantial tiene algún poder curativo —se sumergió en
él y cuando salió todas sus heridas habían desaparecido, es un alivio contar
con algo así en este lugar —sonrió— pero eso no quita la sed y hambre que
tengo.
— LO MISMO DIGO CHIQUILLO —dijo
sujetándose la cabeza y con su filosa espada en uno de sus brazos a espaldas de
Kibo.
— ¡Oh no! —murmuró y pensó– ya me
encontró y ahora que voy hacer....
— CREÍSTE QUE ESCAPARÍAS FÁCILMENTE
JAJAJAJA, NADA ESCAPA DE MI OLFATO —comentó— SERÁS PARTE DE MI CENA JAJAJAJAJA.
— No me coma, por favor, sé que
bajo esa capa hay una persona amable.
— NO ME COMPARES CON UNO DE USTEDES
LOS HUMANOS —vociferó exasperada.
— Porqué lo dice, ¿acaso usted no
es humana? —la duda lo invadió al escuchar su frase.
— CLARO QUE NO, ¡YO SOY DIFERENTE
DE USTEDES! —tiró su capa dejando ver la identidad con gesto huraño y
provocando el susto del joven de cabellos negros.
— ¡Ah…! —comentó asustado observándola con sus ojos
muy abiertos al su tamaño— quizá media unos dos metros de altura, su piel era
muy pálida, llevaba un traje de hierro cubriendo la mayor parte de su cuerpo,
era una especie de armadura con tallados de remolinos, su cabello era largo de
color blanco como la nieve y unos flequillos cubrían unos ojos violetas, su
boca era pequeña pero sobresalían sus caninos y sus orejas como las de un elfo, sus extensos brazos y
piernas eran terminaban en unas garras grandes, sin embargo la de sus manos
causaban mayor temor al ver lo filosas que podían ser sus garras cuando atacaba
—recordó el momento en que lo salvó y preguntó— ¿qué … es usted?.
— ¡SILENCIO HUMANO!, su malestar
era evidente, sus orejas estaban enrojecidas —eso demostraba su enfado— NO QUIERO OLER MÁS TU SANGRE, POR ESO ACABARÉ
CON TU MISERABLE VIDA, no quería ensuciar sus garras nuevamente, así que izó su
espada hacia el muchacho mientras éste palidecía cerrando sus ojos y encogiendo
su cabeza para recibir el impacto, escuchando la velocidad que producía el rose
de la espada con el viento sobre sí, todo fue muy rápido y cuando el joven de
cabellos negros creía que todo esta perdido ella había detenido su espada a
pocos centímetros de su cabeza, ¿QUÉ SUCEDE?, POR QUE MI ESPADA SE HA
DETENIDO…ES COMO SI UNA FUERZA IMPIDIESE TOCARLE UN SOLO CABELLO… —comentó con
asombro y enojo— ¡POR QUE NO PUEDO MATARTE! —protestó—
¡¿QUIÉN RAYOS ERES?!.
— El asintió y respondió a su
interlocutora, Soy un estudiante Universitario
que no conoce la razón de cómo apareció en este lugar… cada vez que hablo esas
cosas aparecen y tratan de matarme e incluso usted… no entiendo que es lo que
ocurre….
— ERES UN HUMANO DESPUÉS DE TODO…
AH… —resopló con resignación y alzando una ceja blanca— lo observó con
detenimiento y se dio cuenta que algo más había en él, no creo que sea
magia…pero que es esta fuerza tan poderosa que emana de su cuerpo… es como
un…no… no puede ser… —movió su cabeza mientras lo analizaba mentalmente y
comentó fuerte y claro— BIEN CHIQUILLO, AL VER QUE NO PUEDO MATARTE POR EL
MOMENTO…, SERÁS MI FIEL SIRVIENTE POR EL RESTO DE TU VIDA JAJAJAJAJAJAJAJAJA.
— ¡¡¡¿Qué?!!!, pero yo no soy
prisionero ni esclavo de nadie, soy libre y usted no puede decidir por la vida
de otros –murmuró levantándose y dirigiendo su mirada en hacia la violeta.
— UN HUMANO MÁS O UNO MENOS NO ME
INTERESA CHIQUILLO —guardó su espada y dio media vuelta dirigiéndose hacia el
sur del bosque— SI QUIERES QUE TE MATEN HAYA TU, TE ENCUENTRAS SÓLO EN ESTE
LUGAR Y SI ESAS COSAS VIENEN POR TI, NO CORRERÁS LA MISMA SUERTE DOS VECES,
ADIÓS.
— Espere por favor…, dolía
admitirlo pero era verdad, que podía hacer el contra la fuerza y ferocidad de
esas cosas que lo perseguían, si estoy junto a ella al menos estaría a salvo
pero y si no…. —pensó y propuso— Si yo acepto sus condiciones, ¿usted me
defendería de esas criaturas del bosque?.
— Aún de espaldas, ella se había
detenido para escuchar lo que éste cuestionaba, YO DEFENDER A UN HUMANO JA!, NI
QUE ESTUVIESE LOCA.
— Eso quiere decir que no… —comentó
él con desaliento.
— EN VEZ DE USAR LA PALABRA
DEFENDER LE QUEDARÍA MEJOR ENTRENAR, ¡SI!, ¡ES PERFECTO!, ASÍ CADA VEZ QUE UNA
DE ESAS BESTIAS TE ATAQUEN APLICARÉ MI ENTRENAMIENTO CON ELLOS, UNA FORMA DE NO
PERDER LA COSTUMBRE JAJAJAJAJA.
— Eso significa que si podrá
defenderme de esas cosas, corrijo… va poder usted entrenar —le surgió una gota.
— ASÍ ES CHIQUILLO, PERO ESO SI,
COCINARÁS Y HARÁS TODO LO QUE TE ORDENE, SI NO ME DESOBEDECES… NO DUDES QUE TE
DARÉ TREMENDOS CASTIGOS QUE NO OLVIDARAS HASTA TUS SIGUIENTES VIDAS... SI ES
QUE LLEGAS A TENERLAS JAJAJAJAJAJAJA —cambió el tono de risa irónica por una
total seriedad— O PEOR AÚN… NO DUDARÉ EN HACER LO QUE SEA POR ACABAR CON TU
MISERABLE VIDA, ¡ENTENDIDO!.
— Si —sonrió y pensó— creo que
lidio con una psicópata y neurótica al mismo tiempo —suspiró.
El crujir de las hojas secas por
cada paso que daban, el cántico de las aves a su alrededor cautivaba a
cualquiera que pasase por ahí, pero el silencio que los embargaba era como el
hoyo de un pozo en abandono, cruzaron la arboleda y encontraron una vieja cabaña
de aspecto decadente, QUÉDATE AQUÍ —dijo ella deteniéndose y dando un salto
sobre uno de los árboles.
— Pero… ¿qué rara es?... un
momento… y si fue por comida…oh no, olvidé decirle que hay un problema con los
alimentos del bosque, oh quizá ya se dio cuenta… —suspiró— entró a la cabaña,
colocó su mochila por un rincón y empezó la exploración del perímetro. Empezando
por el primer ambiente que lucia como una sala y al costado había un cuarto
pequeño el cual se distinguía un lavadero, era sin duda la cocina, retornando a la sala había un callejón que
tenia tres habitaciones y un viejo baño el cual no funcionaba. Al regresar al
punto de inicio se percató de una maseta donde una planta permanecía con vida, pobre
de ti, que has permanecido bajo la luz de estas sombrías paredes… quien sabe
por cuanto tiempo…, acarició la única flor que tenía y un ruido en una de las
habitaciones le llamó la atención, se supone que no hay nadie —pensó— o será
que olvidé ver algo.
Se
acercó con cautela y el ruido se hacia cada vez más notable, había alguien en
la habitación, abrió la puerta y no
había nadie, todo estaba tal y conforme la había visto antes, salió y cerró la
puerta al dar dos pasos nuevamente escuchó el ruido. Volvió a entrar y todo
seguía igual, sé que estas en algún lado de esta habitación, no te escondas por
que no te haré daño —comentó— una vieja
silla se movió y éste se sobresaltó y quedó en silencio por unos segundos. Le
parecía extraño estar frente algo paranormal, no sentía temor por que era algo
natural que ese tipo de cosas sucediese, la energía que guardaba de sus
anteriores dueños quizá ha perdurado bajo el tiempo en esta cabaña había
pensado. Se dirigió hacia fuera y recogió un poco de leña que había a un
costado de la sala, la colocó en la vieja chimenea y encendió fuego para
iluminar el ambiente, de paso aprovechaba en darse un poco de calor por que la
noche estaba cayendo y su ropa no le abastecía lo suficiente.
— Que fue lo que sucedió… para qué
llegue a este lugar…. y por qué escucho voces repitiendo mi nombre… no lo
comprendo, comentaba sentado al pie de la chimenea abrazando sus piernas y
observando el fuego. Estoy atrapado en este mundo o donde quiera que esté —no
conocía a ciencia cierta la ubicación exacta de su paradero— extraño a mis
padres —recordó el retrato de ellos en su sala del departamento— Ismael, Noa,
Regina, Victoria… mis mejores amigos de la universidad, hasta cuando estaré en
es lugar, quiero regresar… —apretó sus manos— debo regresar, no importa cómo
pero hallaré la forma de volver.
Sigilosamente por el callejón de la
cabaña algo se deslizaba por los rincones del piso, al ver la luz de la sala se
extendió por las paredes, acomodándose perfectamente en un viejo mueble de la
ventana.
— Es interesante ver a un nuevo visitante en mi casa —se escuchó
claramente una voz en la sala.
— Lo siento señor, por invadir su
propiedad de esta forma, no quise molestarlo, enseguida me retiro —sostuvo el levantándose
e intentando apagar el fuego. No quería hacer enfadar al fantasma dueño de la
casa.
— No lo hagas, no apagues el fuego, trae viejos recuerdos del pasado —comentó
la sombra— aquellos recuerdos de cuando era humano en esa época.
El joven de cabellos negros se
detuvo y ubicó donde provenía es voz grave y pausada. Cuando observó la ventana
la cual estaba clausurada con unas tablas, en el mueble había una sombra de un
hombre de unos 28 años sentado observándole.
— Ahora puedo verlo señor —se
inclinó para saludarle— disculpe las molestias, se paró frente a él.
— Descuida muchacho —sonrío y arrastró una silla en dirección a Kibo
diciéndole— siéntate, me gustaría
platicar contigo un rato.
— Si.
— ¿Cuál es tu nombre y por qué estas en el mundo de Hiya? —inquirió la sombra.
— ¡Oh! —se sorprendió— desconocía
el nombre de este mundo… de hecho estoy recién conociendo a sus habitantes, me
llamo Kibo y ¿usted?.
— René…, según escuché no entiendes porque viniste a este mundo,
extrañas a tus seres queridos y buscas regresar, ¿estoy en lo correcto?.
— Así es señor —respondió— ¿usted
conoce alguna forma de salir de este mundo?.
— Si… —asintió— pero no será
fácil hallar la salida, aun así… ¿quieres saber?.
— Si, por favor, no importa lo que
tenga que hacer, deseo regresar a mi mundo —expresó con todo fervor y lleno de
esperanza en sus palabras.
— Deberás encontrar las 24 joyas de todas las aldeas, cuando hallas
conseguido todas, éstas te abrirán el camino hacia el espejo de la verdad al
entrar en el interior de éste se encuentra el gran señor, dueño y amo de éste
mundo, si logras vencerlo él te concederá la respuesta a todas tus inquietudes
y tiene el poder del reloj ancestral, con eso controla el tiempo y puede
llevarte a tu tiempo y espacio real muchacho —hizo una pausa en silencio— sin embargo… las pruebas que te colocará
serán las peores que hayas imaginado, recuerda que desde el momento que tu
cruzas el gran espejo, el conoce todo sobre tu persona, lo bueno, lo malo e
incluso lo que harás en el futuro, nadie a llegado a pasar esas difíciles pruebas
por eso se han quedado atrapados en este mundo.
— Eso significa que… todas aquellas personas que murieron… —palideció
por la idea que cruzó por su mente.
— La sombra completó su frase y
confirmó sus sospechas de Kibo, —comentando— significa que ahora sus almas les pertenecen al gran señor y ahora son
sus sirvientes, algunas de las personas que lo retaron fueron buenas y no hacen
daño, es decir, sólo son bestias que conservaron alguna facción humana, pero
otras tuvieron malas intensiones y se convirtieron en unas bestias del bosque
sin piedad y llenos de maldad en sus acciones, no dudes que te mataran si te
cruzas en su camino o si tienen ordenes del gran amo.
— ¿Dijo amo…? —sus ojos se abrieron
desmesuradamente al recordar que aquella bestia de árbol había mencionado que obedecía
ordenes— no puede ser… ¡acaso el amo de este mundo a ordenado matarme con ayuda
de sus sirvientes que capturó!.
— ¡Silencio!, debes calmarte si no atraerás a uno de ellos hacia este
lugar y estaré en problemas —comentó y reveló— después
de todo… yo también soy uno de sus sirvientes y debo obedecerle pero veo que
eres un buen chico, no te haré daño, pero si ellos se dan cuenta de tu
ubicación en mi cabaña no tendré opciones que acabar contigo….
— Ah… pero por que tiene que ser así,
yo no les hice nada —asintió con preocupación– no entiendo porque ordenan
matarme…
— Cuando no eres dueño de tu propia alma, lamentablemente debes obedecer
a quien la posee, nuestro amo conoce quien eres por que para entrar a este
mundo, debiste pasar por el espejo oscuro, y seguro olvidaste el motivo del por
que aceptaste el pacto del libro.
— Espejo oscuro… olvidar el motivo…
libro…, pacto… la verdad no recuerdo nada de como entré a este mundo, pero si
debo enfrentar a su amo ¡lo haré!, por que mi deseo es regresar a mi mundo de
origen —aseveró con sus ojos brillantes— haré hasta lo imposible, ¡lo prometo!...,
al decir esta última frase, sus ojos se nublaron y su cuerpo se desplomó
cayendo al piso desmayado.
— Ya veo —musitó la sombra observándole— has hecho una promesa antes, por eso te desmayaste… —cerró sus ojos—
eres igual a mi cuando vine a este lugar…
es triste verte en ese estado… por que no podrás recordar nada que involucre la
promesa que hiciste en el pacto que firmaste de aquel libro…. La sombra se
percató de una nueva presencia y se disipó en dirección a las habitaciones.
La puerta se abrió y la alta figura
de cabellos blancos ingresó al recinto al ver el fuego dejo caer al jabalí y a una liebre que había
cazado, inmediatamente buscó a su sirviente humano y lo encontró al lado
izquierdo cerca a un mueble viejo al pie de una silla su cuerpo estaba en el
suelo sin movimiento. Ésta se acercó y al estar frente al cuerpo del chico,
sacó de su cinturón una pequeña botella la cual abrió y roseó el agua que ésta
contenía en la cabeza del muchacho.
— ¡CHIQUILLO!, ¡LEVÁNTATE!, no
sabía como tratar a humanos y pues los únicos métodos que conocía eran los que
había experimentado en su vida del mundo de los muertos.
— ¡Ahhhh!, ¡¡que pasó!! —se levantó
asustado y lo primero que vio era a aquella chica de cabellos blancos la cual
llevaba sus garras bañadas de sangre fresca. ¡Que hiciste!, ¡a quien mataste!.
— FUI DE CACERÍA, AHORA VE Y
PREPARA MI CENA —comentó fríamente al ver que su interlocutor no se movía— ¡QUE
ESPERAS!, ¡MUÉVETE RÁPIDO!.
— Si, como usted ordene, caminó y
recogió los animales los cuales tenia que despellejarlos, eso no le gustaba
mucho —sugirió— no soy capaz de despellejar a estos animales, por que no lo
hace usted con el filo de sus garras, ¿creo que si podría hacer o no?.
— HAY MOCOSO… ¡ERES UN INÚTIL!,
sujetó sus presas y salió por la puerta a los pocos segundos regresó con las
bestias al hombro, AQUÍ ESTÁN LISTAS, AHORA COLÓCALAS AL FUEGO ATRAVESADAS POR
UN TRONCO PARA QUE SE COSAN BIEN, tenia las ganas de probar ese tipo de comida,
ya que siempre lo hizo con presas vivas y frescas.
— Hay un problema —mencionó— en esta chimenea no hay espacio suficiente
para lo que usted propone, eso solo se puede hacer fuera de la cabaña en una
fogata con dos maderos fuertes a los costados.
— Las orejas de la chica se
hicieron rojas en un instante DEBISTE DECIRLO EN UN PRINCIPIO MOCOSO, NO ME
GUSTA EL PERDER EL TIEMPO Y MÁS AÚN CUANDO SE TRATA DE COMIDA. Alzó ambos animales y se los llevó afuera —gritándole—
QUE ESPERAS QUE NO TRAES TODOS ESOS TRONCOS QUE ESTÁN AL COSTADO DE AQUEL
RINCÓN, MUÉVETE RÁPIDO O TE QUEDARAS SIN ALIMENTO ESTA NOCHE.
— El chico empezó a cargar los
viejos troncos y ahora estaba en un dilema si decirle o no que los animales
podrían estar envenados por alguna sustancia que comieron en el bosque, que
debo hacer…le digo o no…creo que ya esta enojada…, cuando salió fuera de la
cabaña la observó que ésta le esperaba con su espada y con un aura que
iluminaba la noche. Oh no…, esta muy enfadada…. —pensó él.
Al soltar los viejos troncos y
colocarlos en conjunto, los ojos de ella cambiaron a rojos y su espada se
envolvió de una energía azul, la cual con un solo movimiento el fuego encendió
todos los troncos, luego guardó su espada y con sus ojos observó a los maderos
gruesos que estaba disponibles a su alrededor y los direccionó hacia ambos
costados de la fogata, los cuales cayeron de un solo golpe al suelo con tanta
fuerza que se enterraron a medio metro de la superficie.
— AHORA COLOCA LOS ANIMALES
ATRAVESADOS EN EL TRONCO, ¡¡¡PERO RÁPIDO! ¡¡¡O TE QUEMARÉ JUNTO A ELLOS!!! —comentó
furiosa.
— Si ya voy —dijo él y se apresuró
en hacer lo que le ordenó al poco tiempo sacó al conejo, pero al jabalí aun le
faltaba cocción, ella empezó a reclamar su comida, sobre todo al jabalí, cuando
él le dijo eso, y ella al no poder esperar más por que su paciencia estaba al
límite, extendió uno de sus brazos desde donde yacía sentada y agarró al tronco
deslizando al animal con sus garras y empezó a devorarlo con ansias.
Los ojos del chico se desorbitaron
del asombro, no podía callarse más su preocupación y jugándose su vida —comentó—
disculpe… pero según sé los animales y frutos del bosque tienen un componente
tóxico, le iba a decir desde un comienzo pero como vino dando ordenes y gritando por todo, lo lamento…, quedó en
completo silencio y ella tiró su presa por un costado.
— AÚN SABIENDO ESO, NO DIJISTE
NADA, ¡QUERÍAS MATARME!, sujetó su cuello y lo tiró de un golpe por un lado el
cual impactó sobre la puerta de la cabaña, causándole un poco de dolor en el
cuerpo del joven, COMO ESTARÉ INTOXICADA O POSIBLEMENTE ENVENENADA POR ESE
ANIMAL ENTONCES VEREMOS QUIEN MUERE PRIMERO MOCOSO, POR QUE TU TAMBIEN LO COMERÁS, agarró la liebre y se la tiró por su cabeza, ¡AHORA CÓMETELA!, cogió
su presa y continuó devorándola sentada frente a Kibo que empezaba a comer la
liebre, ¡TERMÍNALA RÁPIDO! —gritó ella aún con sus orejas rojas.
— Respira Kibo…ten paciencia con
esta chica, paciencia…mucha paciencia, es necesario por tu bien… —pensaba— si
en caso noto algo extraño después de comerlo, le diré que vayamos al manantial,
el agua tiene poder curativo, si eso haré, continuó comiendo hasta terminar.
La sombra observaba a ambos,
confundiéndose con la oscuridad nocturna, porqué
le obedece a esa… que especie será… no es humana pero tampoco es un monstruo o
una bestia salvaje… esto es extraño… estaré vigilando….
Al tirar el último hueso la chica
de cabellos blancos se levantó y al ver notado que el chiquillo había consumido
todo el alimento —dijo irónicamente— SERÁ
DIVERTIDO VER COMO TE RETUERCES POR LA INTOXICACIÓN JAJAJAJAJA, continúo
riéndose hasta perderse entre los árboles.
— Esta chica es muy extraña y este muchacho es un tonto por obedecerle
—la sombra se deslizó hacia los arbustos— ninguno
de los que estuvimos en esta situación similar se dejó someter a tal
condición….
En el interior de la cabaña cerca
de la chimenea se acomodó el joven de cabellos negros, había pasado casi una
hora y no había ninguna reacción adversa en su organismo y menos en su
acompañante la cual seguramente estaba en los alrededores del lugar, eso lo
alivió y a la vez necesitaba investigar lo que hizo esa chica para conseguir
esos animales sanos… aunque lo dudo que tenga la mínima idea —pensó— después de
cómo me trató…, no creo que los haya seleccionado por puro instinto… mañana
averiguaré de todas formas, después de lavarse con las pequeñas cantidades de
agua que caía en el lavadero, se dejó caer sobre el viejo sofá y con su mochila
al costado quedó profundamente dormido.
Esa noche el viento soplaba con
fuerza y a través de una pared de cristal, alguien los observaba y a la vez
comentaba, vidas pasajeras de los seres humanos…, todo lo toman a la ligera e
ignoran las advertencias de su destino, el lazo está escrito y su camino recién
a comenzado….
— Jovencitos, la hora de visitas ha
terminado, interrumpió la enfermera ingresando a la habitación, Ismael sujetó
el libro y lo guardó en su mochila, al mismo tiempo el rubio se levantó de la
silla y salieron en silencio, después que el libró brilló al estar en contacto
con el cuerpo de Alexa, ésta no presentó cambio alguno. Ambos jóvenes estaban agotados
ya llevaban casi una semana variando sus horarios de clases y continuando el
proyecto en el laboratorio.
— Llévate esa cosa a tu casa
Ismael, por que si permanece conmigo seguro que no podré dormir por la
impaciencia de no poder abrirlo —se acercó a la mochila de su amigo abrió el
cierre y observando el libro indicó con su dedo— vaya que estas dando trabajo,
pequeña cosa maliciosa….
— Deja de decir tonterías y camina
que la gente nos está observando, le surgió una gota.
— ¡Ahh!, y por qué mejor no nos
vamos al departamento de Kibo, quizá dejó alguna pista que sirva, había saltado
el rubio entusiasmado.
— Oh esta vez estoy de acuerdo, creo
que esa cabeza tuya esta pensando, empezó a reír mientras su amigo cruzaba sus
brazos incomodo por la broma.
Saliendo del hospital se subieron
al bus el cual los dejó cerca del recinto y como tenían la costumbre de
reunirse con su amigo desaparecido para los trabajos, conocían perfectamente
donde éste guardaba una copia de la llave, la cual estaba debajo de una maseta a
un costado de la puerta del departamento.
— ¡Ah, por fin llegamos!, Noa extendió
los brazos para liberar su cansancio, son las 5:30pm…creí que era más tarde.
Ambos
visualizaron el orden que había en los ambientes y con una ligera capa de polvo
de los 5 días transcurridos desde que se fue, era notable que la armonía que se
respiraba en el lugar, era pequeño con una sala, al costado una cocina pequeña,
dos habitaciones y un baño, tenía vista para la calle y su estante de libros
estaba intacto, estaba tal y como lo había dejado Kibo pero descubrieron una
envoltura de un paquete como único accesorio en el bote de basura.
— ¿Crees que esto sea una pista?,
lo había levantado el rubio observando, aquí hay un membrete de una librería.
— Una librería… entonces esto debió
ser algún pedido que hizo él y se lo enviaron a su domicilio, ¿no lo crees? —sugirió
Ismael— caminando por la sala observó los ojos azules de su amigo concordando
la misma idea, vayamos a esa librería, no esta lejos de aquí e investiguemos
cual fue el último pedido que hizo.
Al llegar al sitio, el dueño
observó la envoltura y pidió los datos de su amigo. Después de consultarlo con
su base de datos encontró el registro y número de serie que concordaba con la
fecha y hora de envío.
— ¿Esta todo en orden señor?
–preguntó Noa– ¿puede decirnos que libro fue el que se envió ese día?.
— Jovencitos, debo hablar con
ustedes un momento…. Señaló su oficina y una vez sentados les dijo con mucha
pena, lamento informarles que ese día yo salí de viaje y mi empleado no conoce
bien el contenido de los libros que están a disposición del usuario y cuales no
están a la venta.
— Al rubio y el canela se
observaron y no entendían lo que el anciano les estaba diciendo. Señor
disculpe, ¿acaso su empleado vendió algo que no debió? —preguntó Ismael.
— Si, ese libro lo heredé de un
pariente lejano hace muchos años y nunca lo eh vendido, solo esta como muestra
en la sala de lectura del local —aseveró el anciano— pero nunca a la venta.
— ¿Puede decirnos de una vez como
se llama el libro que vendió a nuestro amigo? –inquirió el rubio.
— Es el libro de SELLOS así se
llama, es muy antiguo y misterioso —continuó explicando en forma pausada—
algunos jóvenes que lo han leído se han sentido atraídos por su contenido, pero
nunca dejé que se los llevasen fuera de aquí.
— ¿Por qué? —preguntó Ismael.
— Según lo que recomendó mi hermano
antes de partir a un viaje que nunca regresó… fue que… este libro esconde algo
peligroso y no debe ser vendido y si es posible evita que lean su texto, esa
una forma de prevenir la invitación que guarda… —asintió— solo espero que su
amigo se encuentre bien.
— ¡Esta loco!, nuestro amigo esta
desparecido 5 días y sabe que, usted es el responsable por vender cosas a la
gente que perjudican la vida a quien las lee,
muy enfadado Ismael protestaba, ¡deberíamos denunciarle por vender
libros de procedencia maléfica!.
— Espera Ismael —interrumpió el
rubio— este señor no tiene la culpa, sino su empleado por imprudente y como ya
esta enterado, nuestro amigo ha desaparecido en el interior de ese libro,
nuestro problema es que tratamos de averiguar la manera de traerlo a la vida
real… —asintió— no sabemos que hacer… hemos consultado muchos textos pero solo
hallamos el símbolo que forma parte de tapa posterior del libro —apretó sus
puños— señor… que podemos hacer para
ayudarlo, por favor.
El anciano observó el rostro de los
jóvenes, uno estaba con el ceño fruncido y el otro angustiado, era una difícil
situación en la que estaban atravesando y el no conocía mucho de la trayectoria
del manuscrito, por eso les indicó que le cuenten lo sucedido y como había
desaparecido su amigo, todo hasta el más mínimo detalle para poder orientarlos
en lo que debieran hacer.
Ismael empezó a relatarle lo que
experimento aquel día y cómo fue que su amigo abrió el libro y dibujo con su
sangre el símbolo de la serpiente y el reloj de arena. El rubio agregó que dicha
interpretación del símbolo era: sabiduría
universal constante en su acción y eterna en su existencia.
— Entiendo… su amigo intercambio su
vida con la de esa chica y al hacer el símbolo de la serpiente y el reloj de
arena, selló su cuerpo y alma en el interior del libro —hizo una pausa— ¿han
podido abrirlo?...
— No, señor… —asintió Ismael— incluso
desde el momento en que él fue absorbido ese libro… éste tiene la temperatura
de cualquiera de nosotros, eso nos asusta por que tenemos temor de lo que él
esté pasando en estos momentos.
— Si no se puede abrir, es por que
su amigo aun esta con vida pero… ¿han intentado llevárselo a manos de esa joven
que está en el hospital? —comentó el dueño de la librería.
— Si —aseveró el rubio de inmediato—
lo único que reaccionó al estar contacto con ella fue el libro, el cual brilló
un poco, después de eso no ocurrió nada nuevo.
— Entonces la única llave de todo
esto es esa jovencita… —afirmó el dueño— solo ella tiene la respuesta para
aquella promesa… deben seguir intentando que ella logre conectarse con el libro
de tal forma que despertará, no creo que ese coma en el que se encuentra sea
algo natural, sino que es producto del fuerte poder que su amigo le ha concedido
al manuscrito.
Con esa recomendación del anciano y
después de disculparse Ismael por sus duras palabras en un principio, ambos
agradecieron la amabilidad y atención obtenida. Asimismo, el dueño les había
ofrecido las puertas de su librería y cualquier duda o consulta recurran a su
persona para orientarlos. De esta manera salieron con nuevas esperanzas de
recuperar a su amigo y con la meta que en pocos días todo vuelva hacer como
antes.
Estaba amaneciendo y la sombra que
había permanecido cerca de donde el joven e cabellos negros descansaba
analizaba la situación, esa chica no
conoce lo que es el sueño…, ha permanecido en uno de los arboles vigilándolo
toda la noche… ¿porque?.
La puerta se había abierto de un
solo golpe, que hizo desaparecer a la sombra en una milésima de segundo y
provocando el sobresalto del joven.
— NADIE MURIÓ, ¡ASÍ QUE LEVÁNTATE RÁPIDO!, comentó ella dirigiéndose hacia fuera, el joven le siguió sus pasos y
cuando estaban en medio del bosque, este le preguntó con temor.
— Disculpe que la moleste, pero… ¿cómo
fue que logró hallar animales que no estén contaminados por el bosque?.
— EN PRIMER LUGAR, DESCONOCÍA QUE
ESTABAN CONTAMINADOS, EN SEGUNDO SÓLO LOS CAPTURE POR QUE MORÍA DE HAMBRE Y POR
ÚLTIMO NO ME GUSTAN LOS INTERROGATORIOS, continuó caminando hasta que llegaron
al mismo lugar donde él escapó, ¡POR FIN LLEGUÉ!, ES MOMENTO DE MI BAÑO.
— No otra vez… —pensó y se volteó a
uno de los arbustos los cuales tenían varios frutos maduros– tenía hambre e
hizo un breve experimento con lo poco que le quedaba de sus reactivos en su
mochila, observó que la fruta tenia alto grado de toxinas pero al rosearle agua
del manantial éstas se reducían al mínimo, haciéndolas comestibles, ¡bien!, con
esto puedo ayudar a la aldea de los pequeños que escasean de alimentos. Recolectó varios en su mochila eran frutos
pequeños, redondos de color morado con algunas granulaciones esféricas y tenían
un aroma dulce, empezó a morder uno, el sabor era realmente delicioso. Al
escuchar los pasos de su acompañante, este dijo: ¿quiere uno?.
— ¿ESTÁ CONTAMINADO? –preguntó la
chica con los cabellos aun húmedos del agua.
— No, además acabo de descubrir que
el agua del manantial tiene un poder curativo en lo que refiere a este bosque e
incluso revitaliza la salud aunque ésta esté en malas condiciones —continúo
explicando— seguro como ayer cazó cerca de este manantial, es probable que esos
animales hayan bebido o consumido sus alimentos de aquí, por eso no nos afectó
en lo más mínimo.
— OH, YA VEO, empezó a comer, NO
ERES TAN INÚTIL DESPUÉS DE TODO.
— Con cierto grado de seriedad el
chico respondió liberándose del peso que sentía con su presencia al costado, quien
se la pasa diciéndome inútil, tonto y demás cosas es usted, no sé que tenga en
contra de la raza humana pero eso no le da derecho a maltratar a las personas a
su antojo.
— ¡OYE CHIQUILLO! –protestó ella de
pie ante él– ¡¿QUIÉN TE CREES PARA
HABLARME ASÍ?!.
— Soy una persona quien merece el
mínimo respeto, soy una persona que no le gusta que lo lastimen, soy una persona que no conoce mucho de este mundo
y que siente temor al estar a su lado por que usted es muy intimidante con su
actitud tan hostil, no se ni como llamarle, por que ni siquiera ha comentado
cual es su nombre… —asintió el joven de ojos plomos con un dolor en el pecho
por haber dicho tantas cosas en forma directa.
La chica se había quedado estática
por lo que había escuchado, nunca antes un humano le había dicho las cosas que
pensaba de ella en sus cara, sin el mínimo temor de morir, eso la dejó por unos
segundos sin habla y se sentó tranquila entre la hierba, no me gusta hablar con
humanos por que conozco lo que hacen en vida, el daño que ocasionan a su misma
raza y por eso los detesto por todas venas que recorren mi cuerpo, mi actitud
hostil es así y no cambiará eso es seguro, mientras ustedes gozan de un sueño
yo no, siempre ando vigilante a la expectativa, nunca me rindo en las peleas y
para terminar mi nombre es…, un silencio embargo a la chica.
Él estaba asombrado por que por fin
la chica estaba hablando sobre si misma y sentía alivio de que se rompa esa barrera
de hielo que le dificultaba su camino. Sin embargo, se había detenido en decir
su nombre, le habrá ocurrido algo… —pensó— disculpe, ¿se siente bien?.
— No puede ser… por más que intento
no logro recordar mi nombre… eso es imposible… yo soy… soy…. ¡¡¡¡¡¡AHHHHHHHHHHHHH!!!!!,
¡¡¡QUE VOY HACER!!! –exaltada y con su aura azul su cabello se alborotó– ¡¡¡¿PORQUE OLVIDÉ MI NOMBRE MOCOSO?!!!, ¡¡¡PORQUÉ!!!,
¡¡¡ES ACASO UNA MALDICIÓN DE ESTE MUNDO!!!, ¡¡¡¡AHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!.
— Tranquilícese por favor, seguro
que lo recordará muy pronto —comentaba Kibo— quizá sea parte de este mundo… yo
no recuerdo mucho sobre como llegué a este sitio, pero espero saberlo pronto.
— ESPERO QUE ASI SEA MOCOSO
–comentó preocupada– ES EXTRAÑO PERO RECUERDO TODO MENOS MI NOMBRE… ESTE MUNDO
DEBE ESTAR BAJO ALGÚN ENCANTAMIENTO.
— Ni que lo diga, sin embargo hay
algo curioso, desde que usted apareció ninguna de esas cosas ha vuelto a
atacarme —sonrió— eso es bueno.
— ¡JAH!, BUENO PARA TI SERÁ
CHIQUILLO —continuó comiendo de los frutos que él había dejado caer entre la
hierba.
— Disculpe, pero no me llamo
chiquillo, ni mocoso, ni mucho menos tonto como suele llamarme, mi nombre es
Kibo —murmuró con seriedad— a usted no le coloqué ningún sobrenombre así que
espero lo mismo y por lo pronto la llamaré como señorita — comentó mientras
sujetaba otro fruto.
— ¡OYE MOCOSO!, YO TE LLAMARÉ COMO
SE ME ANTOJE —dijo ella sujetándole su chaqueta y soltándole— AHORA DAME MÁS DE
ESTAS COSAS QUE ESTÁN MUY JUGOSAS Y APETITOSAS.
— Están deliciosas —comentó él— había
terminado mas de 7 frutos y tenía ansias de más, pero su visión estaba
colocándose un poco nublosa y con eco al escuchar. Señorita, creo que estos frutos
son alucinógenos o no se, me siento extraño….
— TONTO, ESTOS FRUTOS CONTIENEN
LICOR EN SU INTERIOR, Y DEL BUENO, ESTÁN EXQUISITOS, le observó que él tenía las mejillas
enrojecidas, Y AHORA QUE TE DIO, POR QUE TE ENOJAS, ¿ACASO NUNCA PROBASTE LICOR
EN TU VIDA?.
— No estoy enojado y el beber
licor… no, esta sería la primera vez que me embriagaría sin una botella en la
mano jajajajajaja —continuó riéndose— recuerdo que mis amigos siempre hacían
bromas con este momento cuanto quisieran verme así jajajajaja.
— ¡¿AH?! —le observó asombrada—SI
QUE ERES UN HUMANO EXTRAÑO Y DIFÍCIL DE PREDECIR.
— Después de salir de este bosque
quiero dirigirme a la aldea que esta al norte de aquí, ahí hay un pueblo que
necesita de alimento para sobrevivir —comentaba mientras reposaba sobre la
hierba— se siente bien estar de esta forma… nunca me detuve a experimentar algo
así, siempre fueron los libros, amigos, trabajo, estudios… todo un circulo que
me agrada pero… creo que falta algo….
— No se si interrumpir su confesionario
interno o dejar que continúe —pensaba—
este humano es un enigma para mi criterio, lo dejaré hablar a ver que
tanta información puede proporcionar…. Continuaba devorando los frutos y a la
vez agregó con su frialdad que la caracterizaba, “DICES QUE TE FALTA ALGO,
¿CÓMO QUE?.
— No lo se… escucho voces en mi
cabeza cuando estoy en peligro y a veces en mis sueños veo unos ojos azules,
pero no sé si tengan algún significado en especial jajajajaja, los únicos ojos
azules que recuerdo son los de mi buen amigo Noa, es rubio y sus ojos son de
ese color.
— ¿NOA?, ES UN AMIGO TUYO… ES DECIR
OTRO HUMANO LATOSO IGUAL A TI —se sujetó la cabeza y terminó el último fruto— CREO
QUE POR HOY ES SUFICIENTE CHIQUILLO, VAS HACER QUE MI SANGRE EMPIECE A HERVIR
DE CORAJE. Le sujetó de su chaqueta, llevándolo a la orilla del lago y sumergió
su cabeza al agua varias veces, ESPERO QUE CON ESTA AGUA, QUE ES CURATIVA SEGÚN
LO AFIRMASTE, TE ALIVIE LAS PENITENCIAS QUE GUARDAS.
— ¡¡¡Auxilio!!!, ¡¡¡que hace!!!,
¡¡¡trata de ahogarme!!! —exclamaba y tratando deliberarse de su fuerte brazo.
— ¡BEBE EL AGUA Y DEJA DE
PROTESTAR! —continuó hasta soltarle— tenia el cabello negro alborotado y mojado, su rostro ya no estaba enrojecido,
sino muy pálido, ese era buen síntoma según ella que ya había regresado a su
estado de inútil humano consciente.
— Disculpe por que trata de matarme
señorita —se sujetaba la cabeza con dolor— ¿qué fue lo que sucedió?.
— EN SERIO, ¿NO RECUERDAS NADA DE
LO HABLASTE? —parpadeó sin entender— ¿NO LO RECUERDAS?
— Estoy seguro que había olvidado
su nombre por alguna razón y le había dicho que iba a llamarla señorita, después de eso, no sé que más
pasó, por eso le pregunto, ¿qué fue lo que sucedió? —sostuvo con incomodidad.
— TE EMBRIAGASTE POR UNAS HORAS Y
NO LO RECUERDAS, empezó a reír irónicamente hasta que se dio cuenta que estaba
sola. ¿AH?, ¿DÓNDE SE FUE ESTE MOCOSO?,
buscó entre la maleza y lo ubicó no muy lejos, “OYE CHIQUILLO, POR QUE
HUYES, NI QUE EL CONSUMIR FRUTOS DE LICOR FUERA TAN MALO, ADEMÁS LA PASASTE MUY
BIEN, NO TE QUEJES.
— Descuide señorita, esos frutos
están grabados en mi memoria para no volver a comerlos por segunda vez, lo que
menos deseo es perder el tiempo en vez de eso, prefiero ayudar a quienes lo
necesitan.
— SI, CLARO, COMO LA ALDEA DEL
PUEBLO AL NORTE DE AQUÍ —comentó ella vacilante ante el disgusto del chico.
— Si y no preguntó como lo sabe… —caminaba
serio y distante– seguro fue producto de consumir eso….
— ¡EXACTO! —aplaudió y luego lo
agarró del cuello— AHORA EXPLÍCAME COMO ES QUE MI SIRVIENTE, MARCA EL CAMINO Y
NO YO.
— Ah… lo siento, disculpe
señorita —se detuvo y sonrió— es que yo
conozco el camino hacia la aldea, supuse que usted no…por eso….
— ¡TRATAS DE PROVOCARME MOCOSO!, sus
orejas se tornaron rojas.
— No es eso, solo tranquilícese por
favor —sugirió él ante la exasperación de su interlocutora.
Después de calmarse, habían
caminado por casi una hora y ella se detuvo al ver una piedra gigante con
labrado insólito— ¿QUÉ RAYOS ES ESO?.
— Es la aldea —señaló sonriente—
debo hablar con el encargado para informarle de los alimentos”, se adelantó y
después de darle la noticia a los pobladores sobre la comida y cómo debían
hacer para que no enfermasen, la gente de la aldea le agradeció, él había
preguntado por los niños que había conocido hace poco, pero no les dieron razón
de su paradero.
— ESTE CHIQUILLO, SI QUE CAUSA
ALBOROTO ENTRE SU RAZA, AL MENOS ESTA EVITANDO QUE MUERAN DE HAMBRE —comentó y
dio algunos pasos ingresando a la aldea— la gente estaba sorprendida por la
forma de su vestimenta y el color de su cabello blanco. ALGUIEN COMO YO, NO
DEBE ESTAR ENTRE HUMANOS PRE JUICIOSOS…, encontró una piedra en forma de banca y
tomó asiento para descansar.
Recorriendo la iglesia y algunas tiendas,
no encontraba rastro de los niños, ah… espero que los pequeños estén bien.
Cuando sintió que alguien se sujetaba en su pierna derecha al ver de quien se
trataba, se alegró y se volteó para saludarlo. Como has estado pequeño Joshua —sonrió—
¿dónde esta tu hermano?.
— Ahí —señaló un callejón— detrás
de los cajones inservibles y basura regada por el piso, estaba una esquina la
cual habían habituado para dormir.
— ¿Porque están en este lugar?, no
es apto para ustedes —observó al hermano mayor del pequeño que estaba
recostado— Roel, ¿estas bien?.
— Cuando este le observó se alegró
y le dijo— esta mañana estoy cansado… y con mucho sueño….
— Tienes fiebre —le dijo al tocar
su frente y notar los síntomas que tenía— de su mochila sacó un frasco con agua
que había recogido del manantial, “anda bebe esto, te sentirás mejor.
— Gracias, señor Kibo, le había dicho el más pequeño a su costado
observándolo.
— No puedo dejarte en este lugar,
lo envolvió con los retazos de cobijas que tenían y lo llevó en brazos junto al
más pequeño a su lado, esta aldea pronto será como antes niños, ellos ya saben
la manera de recolectar alimento saludable.
— ¡Que bien! —se alegró Joshua— señor,
¿a donde nos vamos?, ¿usted ya no corre peligro de esas cosas que dijo que lo
perseguían? —indagó el niño— su hermano mayor se había quedado dormido.
— Mientras esa chica este cerca,
creo que no… —murmuró— por lo pronto me encargaré de ustedes hasta que tu
hermano mejore y tengan un techo donde dormir.
— ¡Gracias! —le abrazó con fuerza
el más pequeño— usted ha sido muy amable entre todos de la aldea, se lo
agradezco mucho señor.
— No me digas señor a cada rato,
solo Kibo ése es mi nombre —sonrió— de acuerdo Joshua.
— Si, Kibo, caminaba alegre por las
calles hasta que salieron a la plaza.
Los ojos violetas ubicaron a los plomos
de inmediato y al verlo con dos niños, su ceño de ésta se frunció, LO ÚNICO QUE
FALTABA, AHORA TRAE MÁS GENTE DE SU ESPECIE… PERO NO LO PERMITIRÉ, QUE SE HA
CREÍDO, QUE PUEDE IR RECOGIENDO MOCOSOS DE LA CALLE”. Se colocó de pie con los
brazos cruzados y enfadada.
A varios metros de ella, el joven
de cabellos negros le decía a Joshua, la chica de cabello blanco que vez
sentada es un poco impulsiva y no tiene mucha paciencia con las cosas… promete
que te comportarás como un buen niño.
— Si —sonrió— aunque nos esta
mirando muy feo, creo que esta enojada por algo —comentó el pequeño.
— Así es ella… —le surgió una gota—
solo debes tenerle paciencia…. Al estar frente de la chica, éste le dijo
suavemente, no se enfade señorita, los pequeños están bajo mi responsabilidad.
— Después de observarles con
detenimiento a ambos niños —preguntó— ¿Y ESTE MOCOSO QUE LLEVAS EN BRAZOS QUE
TIENE?.
— Ingirió algún alimento
contaminado por el bosque… pero con lo que le di, espero que se recupere pronto
—comentó saliendo de la plaza— a varios metros llegaron a la entrada de la
aldea y ella se detuvo a ver aquellas grabaciones en el gran muro de piedra. ¿QUÉ
CREES QUE SIGNIFIQUE ESOS SIGNOS?... SON MUY RAROS….
— Estos símbolos lo eh visto antes,
no recuerdo donde…, pero se lo que significan —observó el detalle del labrado y
dijo— EL OJO QUE TODO LO VE… así se llama estoy seguro y quiere decir que “el ojo puede usarse para representar el ojo
del Gran Arquitecto del Universo, pero ésta es una form a limitada de la interpretación que tanto los místicos del
pasado corno los actuales han dado a este antiquísimo símbolo” —hizo una
pausa— “para ellos el ojo es símbolo de
vista, pero en especial de esa visión clara que da la comprensión”.
El niño y la chica se
habían quedado atentos a su explicación que el muchacho disertaba— “cuando se adoptó el ojo como símbolo del
Supremo Regente del Universo, fue con el objeto de representar la mente
omniconsciente de Dios, que todo lo ve y que por lo tanto conoce todo” —cerró
sus ojos plomos visualizando todo lo que describía— “en este sentido el ojo vino a ser el símbolo de la Consciencia Divina
o de la Consciencia Cósmica; por eso se dice que este Ojo gobierna al sol, la
luna, los cometas y las estrellas, e igualmente al corazón del hombre; no es
que éstos obedezcan —por su voluntad— al ojo siempre vigilante, como el hijo que
obedece temeroso de los ojos observadores del padre, sino que toda la
naturaleza se manifiesta de acuerdo con un plan divino concebido en la mente de
Dios y todas esas manifestaciones son siempre las mismas, siempre fieles a
aquel principio, porque el Ojo de la Consciencia Divina dirige el funcionamiento
de todas las Leyes Cósmicas”.
— Se nota que conoces mucho de
símbolos ancestrales –comentó ella interesada en el tema– “quizá tengas algún
dato sobre el espejo de la verdad… ¿has escuchado de ese objeto?.
— No, la verdad no en mi mundo,
pero…en este… –le interrumpió el más pequeño.
— Yo si escuché de ese espejo por
los aldeanos, dicen que es un espejo mágico y que…. El niño se detuvo al ver
que en lo profundo de la maleza algo empezaba a moverse con rapidez, Kibo,
¡tengo miedo!, algo se acerca, se aferró fuerte a la mano del joven. Por otra
parte ella se puso delante observando al intruso que estaba a pocos metros de
alcanzarlos.
Los vientos se empezaron a ser más
violentos y en forma de espiral, rodeaban y ensombrecían a quien lo custodiaba,
en el interior de este unos ojos morados observaban a los presentes
analizándolos y se detuvo ante los ojos plomos. Así que eres tú…. Sus ojos lanzaron un gran destello sobre Kibo el
cual fue detenido por los ojos rojos de la chica de cabellos blancos.
Los niños y él estaban sorprendidos
como al mismo tiempo asustado. ¿Qué debo hacer? —pensaba— esas cosas han venido
por mi de nuevo…
— Todos estamos en busca de tu vida, y no descansaremos hasta
arrebatártela —comentó el sujeto que poco a poco dejaba ver su figura.
— ¡¿Pudo leer mi mente?! –se
sorprendió el chico– no puede ser….
— Tienes la responsabilidad y el conocimiento a tu favor… pero eso no te
salvará ante mi.
— ES UN OPONENTE FUERTE” –comentó
la chica preparada para la pelea– “¿QUIÉN RAYOS ERES?”.
— Soy Eternity Sapphire conocido como Zafiro de la eternidad es
interesante ver un rostro nuevo merodeando por este mundo de Hiya, lástima que
no perdure por mucho tiempo. Su voz
era grave y clara, la energía que emanaba era muy fuerte su cabello era azul
oscuro en término medio, era alto y su piel con tono amarillo pálido, sus ojos
morados, de nariz y boca pequeña, sus manos tenían un broche de media luna de
color celeste muy deslumbrante las cuales se notaban unas pequeñas uñas negras
filosas, llevaba una gabardina verde oscura, una corta pelambre blanca que
cubría toda su caja torácica y de pantalón negro con mangas oval, sus pies
tenían unos zapatos puntiagudos de color verdes oscuros con negro, sus orejas
terminaban en punta aún más largas que la de la joven de cabellos blancos y
finalmente tenía una cicatriz que cruzaba su ojo derecho.
— Joshua, colócate detrás mio, por favor —sugirió él ante el temor
de aquel sujeto— yo protegeré a tu hermano, pase lo que pase.
— ¡¡¡AHHHHHHH!!! —gritó— ¡¡¡VAMOS ATACA!!! —se movió ella a toda velocidad
con su espada en mano iniciando la batalla.
— No deberías intervenir mocosa impertinente, con un movimiento de
su mano derecha, detuvo el ataque de la chica con una nube densa de energía, haciendo
retroceder unos centímetros a la joven, no
tienes por qué defender a este mocoso.
— ESE ASUNTO NO TE INCUMBE, YO SERÉ QUIEN TE DERROTE —comentó ella— Y
EL MOCOSO A QUIEN TE REFIERES ES MI SIRVIENTE. Dio tremendo salto por los aires
y se colocó a pocos metros de éste, pero su oponente se había deslizado sobre
sus propios remolinos de vientos en la parte superior y desde ahí se enfocó en
los rojos hasta que un haz de luz fue expulsado de sus ojos morados –murmurando
con fiereza— ¡¡¡Oculi pœnitentiam!!!
(ojos de penitencia). El impacto del
ataque recibido azoto a la joven haciéndola gritar y devolviéndola entre los
aires hasta chocar el suelo con fuerza.
— ¡Señorita!, ¡¿esta bien?! —preguntó Kibo con Roel en brazos— ¡tenga
cuidado por favor esa sujeto es muy peligroso, no lo provoque!.
— ¡CÁLLATE MOCOSO! —comentó
levantándose— NO CREAS, QUE TE LIBRARÁS TAN FÁCIL DE MI —tragó su sangre que
estaba sobre sus labios— empezó a
caminar lento y con cuidado, TE ENVIARÉ AL MUNDO DE LOS MUERTOS AHORA MISMO.
— Jajajaja, que ingenua eres, ese mundo no es nada comparado con éste y
si piensas utilizar la técnica de anillo azul, lamento informarte que no
funcionará conmigo —murmuró irónicamente al ver su cara de asombro— así es… tengo la habilidad de leer la mente,
de esta forma se como atacarán mis oponentes.
— MALDICIÓN —murmuró ella— NO IMPORTA LO QUE HAGAS, DEBO DERROTARTE.
— Crees poder hacerlo envuelta en la barrera de cristal que acabo de
colocarte jajajajajaja. La chica se vio atrapada mientras intentaba de
escapar, observaba a éste adelantarse hacia el mocoso y los niños, bien, ahora si estoy frente a mi objetivo,
sin estorbos en el camino —comentó molesto— es hora que mueras mocoso… —juntó sus broches de ambas manos y dijo
con fuerza— ¡¡¡mentis habitationi!!!
(cubierta mental).
Joshua sujetó a su hermano mientras
Kibo se colocaba como muro para protegerles, al recibir el impacto el cual lo
levantó del suelo y se enfocó en su cabeza, esa luz celeste buscaba algo y a la
vez le hacia gritar de dolor, vamos
muere… —comentaba el de cabellos
azules quien observaba como la energía de éste disminuía.
— ¡¡¡BASTA!!! —dijo ella con aura azul rompiendo aquella barrera con
sus filosas garras– se elevó con tremendo salto cortando el hechizo con su
espada. De inmediato el joven de cabellos negros cayó al suelo muy pálido,
ambos niños estaban asustados y Roel quien había despertado y ver lo que
ocurrió empezó a llamarle varias veces, no responde Joshua, no responde —empezó
a sollozar el más pequeño— él esta…
— ¡¡¡CALLENSE MOCOSOS!!! —se acercó
y vio que aun tenia pulso— SOLO ESTA DESMAYADO Y DÉBIL….
— Es una lástima verdad —murmuró el de cabellos azules con ironía— prometo que no fallaré esta vez. Alzó su
brazo al firmamento y dijo— ¡ven a mi!, ¡sello
de poder! —gritó fuertemente— ¡¡¡circumspectionem!!! (Ojo que todo lo ve),
colocando una sombra sobre la chica y del cual se abrió un ojo gigante
observándola, descubre y destruye las
verdaderas intenciones de esta chica, ¡¡¡mentis habitationi!!! (cubierta
mental). Este hechizo hizo que la chica se estremeciera de pies a cabeza y
por más que esa gran luz celeste indagaba su mente, no le provocó el mínimo
daño a diferencia de Kibo. ¡¿qué sucede?!, ¡¿porqué no encuentra nada
que merezca un castigo?!” —se asustó— “¡¡¡¿quién
eres?!!!.
— SOY AM… —murmuró con sus ojos
totalmente rojos y turbados, su cabello blanco se mezclaba con otro color pero
no se podía definir a simple vista, sus garras estaban tan largas y filosas
llenas de ira y coraje —sostuvo una última frase— JURO QUE PAGARÁS CON TU VIDA
ÉSTE ACTO QUE COMETISTE. Empezó a dibujar con sus manos unos símbolos
los cuales los encerró enfocando a la figura de su oponente, QUE EL FUEGO DEL
INFIERNO QUE ARDE EN LA OSCURIDAD PROFUNDA SE CONVIERTA EN MI ESPADA Y DESTRUYA
A MI ENEMIGO —gritó— ¡¡¡VENOM!!!.
— ¡Imposible!..., este conjuro es de las tinieblas tiene un gran poder destructivo
—comentó con sus ojos morados muy abiertos del espanto— este conjuro destruye y desaparece toda célula viva o muerta en su acción….
¡¡¡Nooooooooooooooooo!!!, su grito se escuchó como un eco después de
recibir el conjuro, por que solo polvo quedó de él.
Después de ver que todo había
terminado, camino hacia donde estaban los niños, los cuales estaban temerosos
de lo que habían presenciado.
— ¿CÓMO ESTA EL MOCOSO? —preguntó
cansada— ESE ATAQUE QUE RECIBIÓ NO DEBIÓ SER FÁCIL DE SOPORTAR.
— Sigue inconsciente, señorita Am —dijo
Roel al escuchar de su propia boca como se llamaba.
— ES VERDAD, GRACIAS A ESE CONJURO
QUE UTILIZÓ ESE SUJETO PUDE RECORDAR PARTE DE MI NOMBRE… —sujetó al muchacho
con una mano arrastrándolo en dirección hacia el costado de la rivera— DEBES
BEBER ESA AGUA LO MÁS RÁPIDO POSIBLE, SINO EN VERDAD MORIRÁS….
— Pero… usted dijo que estaba
desmayado y débil —agregó el mayor— ¿acaso puede morir?.
— SI MOCOSO… EL CONJURO DE ESE
SUJETO ERA LETAL PARA QUIEN LO RECIBIERA, ME SORPRENDE QUE AUN TENGA PULSO, POR
ESO DÉMONOS PRISA.
Llegaron hacia uno de los brazos de
aquel manantial y después de hacerle beber el agua, este abrió sus ojos plomos,
desconcertado —preguntó— ¡¿Cómo es que sigo vivo?!, los niños solo indicaron a la joven de
cabellera blanca quien estaba a pocos metros comiendo unas manzanas.
— Ella lo hizo… nos ha salvado
después de todo… —comentó Kibo con alivio al ver que estaban bien.
— Si, usted hubiera visto como se
puso, después que le atacaron, parecía una fiera enloquecida y de un solo
hechizo hizo puré a ese señor malo —murmuraba Joshua.
— Eso es difícil de creer… —se
recostó sobre la hierba— ella odia toda la raza humana, si, seguro nos defendió
para ejercitarse como bien lo aclaró en un principio.
— ASÍ ES MOCOSO —se acercó— ESA
REGLA GRÁBATELA EN TU CABEZA, YO ODIO A TU RAZA Y LO QUE HAGO ES SOLO POR
DIVERSIÓN Y ENTRENAMIENTO.
— Lo supuse… descuide señorita, aun
así, les estamos agradecidos el salvarnos las vidas, ¿verdad niños?.
— Si, señorita Am —comentaron los
pequeños al mismo tiempo— sorprendiendo al de cabellos negros.
— ¿Señorita Am? —preguntó curioso—
¿recordó su nombre?.
— SI CHIQUILLO, PUDE RECORDAR ALGO…
—se levantó— ESTA ANOCHECIENDO, IRÉ A CAZAR, PREPARA UNA FOGATA CON AYUDA DE
LOS DE TU ESPECIE. Caminó y se detuvo a lo lejos, MÁS TE VALE QUE CUANDO
REGRESE, ¡ESTE TODO LISTO!, se perdió entre la maleza.
— La señorita Am es muy extraña —comentaba
el más pequeño— ¿Por qué odiará a los humanos?.
— No se por qué nos odia —murmuró
el joven de cabellos negros— ni cual sean sus motivos… sólo espero que
reconsidere su opinión…. Con ayuda de los pequeños, empezaron a construir la
fogata y se recostaron cerca de Kibo, con sus ojos brillantes el mayor empezó a
preguntar, ¿Por qué la señorita Am,
quiere saber sobre el espejo de la verdad?.
— No lo se… —asintió– sin embargo… ¿qué conocen ustedes sobre ese
objeto?.
— Como lo dije antes —aseveró el
menor— los aldeanos se referían a ese espejo como algo mágico y a la vez
tenebroso…
— ¡¿POR QUÉ TENEBROSO?! —comentó la
chica anunciando su llegada de un salto al pie de la fogata asombrando a los
pequeños— ¿POR QUÉ?.
— No lo sabemos… —agregó el mayor—
siempre preguntábamos pero los adultos nunca nos decían la respuesta.
— AH… —suspiró— DEBEN TENER HAMBRE,
colocó tres presas sobre el madero. Al poco tiempo todos disfrutaban de su
cena, mientras ella les observaba.
— Supongo que ya cenó… por que no
vi su presa —comentó Kibo— ¿está bien?.
— Si, observaba a los niños quienes
se estaban quedando dormidos cerca del chico, si esas bestias del bosque que te
persiguen llegasen atacar como hoy… la vida de esos mocosos están en riesgo…
¿qué piensas hacer con ellos?.
— Por primera vez se mostraba
calmada al hablar y a la vez preocupada por la especie a quien detestaba, tiene
razón, ellos corren peligro al permanecer junto a mi —asintió— los dejaré con
personas responsables en la siguiente aldea… —colocó una cobija sobre ambos
pequeños— ellos merecen una vida tranquila, sin preocupaciones y que puedan
disfrutar a plenitud de su niñez.
— Está decidido, mañana será —se
levantó y se alojó por la esquina de un árbol observando el fuego a una
distancia corta— la pelea que había tenido ese día la tenía cansada y a la vez
confundida, ella siempre observó el daño que se provocaban entre humanos pero
nunca se detuvo a pensar que quizá sus actos también eran similares a lo que
ella más detestaba, la injusticia, siempre la pasó bajo ordenes y fuertes
castigos por sus superiores en su mundo, no comprendía a plenitud el
comportamiento humano. El solo hecho de ver a ese chiquillo proteger con su
vida a esos mocosos, hizo que su sangre hirviera a mil, no por estar atrapada y
no poder hacer nada en el momento, sino
que nunca había observado que un humano arriesgase su vida por otro. El anciano
que la había criado siempre le había enseñado que primero era su propia vida,
antes que las demás, por más que se había rehusado al inicio, tuvo que aprender
a vivir con esa ley interna en su memoria, en primer lugar ella, segundo ella y
tercero ella, no había espacio para más. Sin embargo, había descubierto que no
todo era como ella conocía, habían cualidades impredecibles en los humanos y la
cual no encontraba explicación suficiente para describirlos.
Estaba amaneciendo y Am se había
quedado despierta toda la noche deliberando sobre muchas cosas, dejando de lado
sus confusiones se dirigió al muchacho y como era costumbre levantar a los
demás con agua en su mundo, hizo lo mismo con su sirviente, el cual se
sobresaltó al verla y ésta de una sola mirada violeta, le indicó que era hora
de comenzar el día y que levante a los niños.
Después del saludo y un breve baño,
se disponían a continuar en su trayecto por el bosque, y por un descuido del
joven de cabellos negros, el pequeño Joshua se adelantó unos pasos y empezó a
dar rienda suelta a su curiosidad.
— Señorita Am, ¿Por qué su cabello
es blanco?.
— ¿Ah?... —le observó– ese es su
color… —respondió y continúo caminando sin prestarle atención.
— ¿Y por qué lleva esa ropa extraña?.
— Es mi forma de vestir chiquillo… —pensó—
LO ÚNICO QUE LE FALTABA ERA UNA SESIÓN DE PREGUNTAS TONTAS.
— Oh, no se le ve mal, sólo que
llama un poco la atención jajajajaja, la gente del pueblo siempre se fija en
como viste uno y como nosotros andábamos con estas ropas —sujetó su atuendo—
nos apartaban de los demás y siempre nos decían cosas muy feas.
— Detuvo sus pasos y mencionó ESA
CLASE DE GENTE… SON LA QUE MÁS ABORREZCO. Se dio cuenta de las difíciles
situaciones que debieron pasar con esos humanos sin escrúpulos.
— ¡Hermano! —corrió el mayor y le
habló al oído— no vayas a molestar a la señorita Am.
— Para nada Roel —sonrió— solo
hablábamos.
— Aquí estás pequeño Joshua –agregó
Kibo– estábamos buscándote.
— No se preocupen —sonrió el menor—
la señorita Am fue amable conmigo.
— ¿¿¿Ah???, todos observaron a la
chica la cual no se inmutó desde donde se encontraba.
— DEJEN DE HABLAR TONTERÍAS Y
APRESÚRENSE —continúo caminando— a pocos metros se podía visualizar otra aldea,
pero antes de ingresar al pueblo escucharon unos lamentos de alguien. Al
acercarse vieron un pozo y al costado unos troncos desparramados con una
anciana sobre el suelo.
— ¡Señora! —corrieron ambos niños—
¿esta bien?.
— Tiene el tobillo lastimado —respondió
el de cabellos negros ayudándole a ponerse de pie— ¿dónde esta su casa señora?.
— No muy lejos jovencito, gracias
por su ayuda —afirmó la anciana— y a ustedes pequeños. Al inclinar su mirada
por el camino, se dio cuenta de Am —preguntó— “¿usted es la madre de los
pequeños?.
Los niños y el chico observaron
como el aura de ella cambiaba y sus ojos violetas se desorbitaron por un
instante, con las orejas rojas del coraje por el solo hecho de haberla mezclado
con humanos, la exasperó, ¡CLARO QUE NO!, ¡ESTOS MOCOSOS NO SON NADA MIO!,
prosiguió el trayecto en total silencio y reserva.
Cuando llegaron al lugar indicado
por la anciana, encontraron una chica de cabello castaño corto con una canasta
de frutas, la cual dejó caer al suelo por la impresión.
— ¡Madre! —se asustó— ¿qué le
pasó?, ¿esta bien?.
— La señora tiene su pie lastimado —agregó
el menor— nosotros le ayudamos con la leña.
— ¡Oh niños!, gracias —apoyando a
su mamá sobre sus hombros— ella sabe muy bien que no debe hacer ese tipo de
cosas.
— Pero hija, es aburrido estar todo
el día en la casa —respondió— además tu tienes suficiente con el ganado y los
frutales.
Al ver la escena familiar le
provocó nostalgia al de cabellos oscuros
y observó que Am solo se limitaba a observar sin decir palabra alguna.
— Ah, que desconsidera soy, vengan
todos, adelante —les abrió las puertas de su casa— ustedes auxiliaron a mi
madre, cualquier cosa que se les ofrezca con gusto les ayudaré. Curando a su
progenitora con agua y unos vendajes que trajo rápidamente de la cocina.
— ¿Cuál es tu nombre pequeño?,
había preguntado la chica al mayor de los niños que le ayudaba en todo el
procedimiento mientras el menor estaba junto a su madre.
— Soy Roel y mi hermano se llama
Joshua —sonrió— ¿usted es?.
— Elsa —acarició los cabellos del
infante— ¿los chicos que te acompañan son tus padres?.
— No tenemos padres, somos
huérfanos… la señorita Am y Kibo se
ofrecieron a ayudarnos cuando estuve enfermo —aseveró el con un poco de
preocupación— pero… como ya estoy mejor, quizá ya no quieran estar junto a
nosotros… y si eso pasa… —comenzó a sollozar– no sé que haré….
— Descuida —sonrió ella— siempre
añoré tener hijos pero nunca pude… mi esposo falleció hace muchos años y
después de eso, preferí ayudar a mi madre. Se le ocurrió una idea la cual le
comentó delante de los presentes sujetando la mano de Roel.
— Niños, que les parece si vamos
por alimento para el almuerzo —comentó sonriente— ¿vienes conmigo Joshua?.
— Mmmm , mejor cuido de la abuela —sonrió—
así dijo que la llame en vez de anciana jajajajajaja.
Todos habían empezado a reír y
después de almorzar, la muchacha les comentó las preocupaciones de Roel, ella
le gustaba las criaturas y quería adoptarlos como parte de su familia. Ambos
jóvenes habían accedido. Cuando la noticia llegó al hermano mayor este abrazó a
Elsa y gritaba que por fin iba a tener una mamá, el menor aún estaba asimilando
la idea y estaba feliz de estar junto a una familia.
— Gracias por todo —mencionó él al
ver que Am se había quedado muda por casi toda la tarde— debemos irnos —agregó—
recibiendo el abrazo de Roel —preguntó— ¿dónde esta Joshua?.
— El pequeño salió corriendo hace
unos momentos —comentó la madre de la chica— dijo que tenia que hacer algo.
— ESE CHIQUILLO, SIEMPRE DANDO
PROBLEMAS HASTA EL FINAL —murmuró Am— salió de la casa y adelantó sus pasos a
un gran árbol el cual observó en silencio. Entre las hojas secas se escucharon
unos pasitos apresurados los cuales se detuvieron ante la chica de cabellos
blancos y observando sus ojos violetas con desconcierto, una mano pequeña se
extendió sacando una flor blanca entre sus dedos.
— Es para usted, señorita Am —sonrió—
una flor blanca como su cabello.
Ella había quedado asombrada por el
gesto del niño y escuchaba con atención sus palabras. Nunca antes le habían regalado una flor en su vida,
solo espadas y comida.
— Según sé esta flor es un lirio… —sonrió
y a la vez sus ojos se llenaron de lágrimas— nunca me olvide señorita Am….
La
chica recibió la flor y a la vez sintió un nudo en su pecho, se inclinó hacia
el pequeño, eres un pequeñín latoso pero muy divertido —sonrió— descuida, nunca
olvidaré a Joshua el preguntón jajajaja. Éste la abrazó fuertemente y ella
asintió sobre los cabellos canela, al soltarle le indicó que vaya con los demás
quienes estaban observando todo desde la puerta.
Así
terminaron de despedirse y se alejaron de aquella casa, ahora convertida en una
familia con el albergue de los infantes.
— Por un momento creí, que iba a
llorar —comentó el chico siguiendo los pasos de ella.
— LLORAR ES DE HUMANOS, Y YO NUNCA
LLORO —afirmo caminando deslizando su cabello blanco sobre su capa.
— Extrañaré a esos niños… ¿usted
no? —preguntó nuevamente.
— NO Y YA DEJA DE DECIR TONTERÍAS
MOCOSO —murmuró sujetando en su mano la flor que le había dado el pequeño.
Al ver su actitud, sabía que si los
extrañaría, solo que nunca lo iba a reconocer, poco importaba si era humana o
no, aun siendo diferente a él y en el fondo de esa barrera de hielo que
demostraba en cada acto, no era tan mala después de todo.
— SABES CHIQUILLO, ENCONTRÉ ESTO,
su sonrisa irónica volvió aparecer, ¡AHORA COME!, SON TUS FRUTOS PREFERIDOS
JAJAJAJAJAJAJA.
— ¡Ahhhh! —se asustó y retiró
mentalmente lo que había pensado sobre ella— ¡es mala después de todo!, ¡aleje
eso de mí!.
— NO TE ESCAPARÁS JAJAJAJAJA —empezó
a correr detrás de él hasta que ingiriese el fruto de licor— ¡COME! , ¡COME!,
¡COME!, JAJAJAJAJAJAJAJA.
— ¡¡¡Nooooo!!!, ¡¡¡auxilio!!!,
protestaba e intentaba escapar pero sus intentos eran fallidos ya se había
atorado con un poco, esto va ser la tortura para finalizar el día —pensó— voy a
terminar hecho un alcohólico con esta chica….
Los estudiantes habían salido del
laboratorio esa mañana y había acordado ir de visita al hospital, cuando
ingresaron por el pasillo observaron a los doctores y enfermas agitados.
— ¿Sucede algo malo señorita? —preguntó
el rubio— ¿por qué tanto alboroto?.
— Una paciente entró en crisis
nerviosa después de salir del coma en que se encontraba.
— Una paciente… en coma… —se puso
lívido del susto junto a su amigo— ¡es posible que Alexa haya despertado del
coma!.
— Si, su amiga que visitan ha
despertado —se apresuró llevando unas inyecciones— por hoy se restringe las
visitas hasta que la paciente se encuentre estable.
— Estable… —repitió el rubio— ¿qué
tiene Alexa?....
— La enfermera dijo que había
entrado en crisis nerviosa después de despertar del coma, eso quiere decir que
ella… —después de caminar en círculos se quedó inmóvil— hay posibilidades que se recupere y recuerde
lo que sucedió ese día.
Después de varios minutos, la enfermera recibió
órdenes del doctor y se acercó a ambos jóvenes que esperaban en la sala.
— Hemos aplicado unos calmantes a
su amiga, el doctor sugiere que podrán verla en unas 48 horas, por que estará
bajo observación hasta que logremos ver una completa recuperación en ella.
— Claro —asintieron ambos— debemos
avisar a su padres y las chicas, sobre lo ocurrido.
— Noa, los padres de Alexa son muy
ocupados, a las justas tienen tiempo de venir a visitarla una vez al día —comentó
Ismael con desagrado— vaya padres que tiene….
— Con sus trabajos les debe dificultar
el poder verla, seguro deben pasarla mal… además Alexa es su única hija —aseveró
el rubio— regresemos en dos días y veamos que es lo que pasa….
— Si, respondió su amigo y salieron
de aquel pasillo en dirección a sus casas.
Esa
tarde empezó a llover, el personal estaba de guardia en el hospital, el pasillo
se iluminaba con los relámpagos de la fuerte lluvia que azotaba la ciudad, en
la habitación la máquina marcaba los latidos del corazón de la paciente, el
suero en su brazo y con oxígeno, la hacían ver tan indefensa sobre aquella
cama.
A
altas horas de la noche un rayo estremeció en cielo nocturno con la fuerte
lluvia, el libro que permanecía en el escritorio de la casa de Ismael empezó a
brillar por un instante y la joven de
cabellos castaños movía sus dedos con dificultad, las facciones de su rostro se
inquietaban a cada segundo, hasta que entre sueños pronunció el nombre de Kibo….
Capítulo IV: Perdidos en el bosque
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